Tributos: qué son y tipos de impuestos, contribuciones y tasas
En el ámbito económico, el tributo es entendido como un tipo de aportación que todos los ciudadanos deben pagar al Estado para que este los redistribuya de manera equitativa o de acuerdo a las necesidades del momento. Conocer qué son los impuestos, contribuciones y tasas, cuándo y por qué se pagan, y tener una adecuada planificación fiscal es importante para mejorar la salud financiera de empresas y familias.
Qué son los impuestos: tipos y ejemplos
Según la Ley General Tributaria, los impuestos son tributos exigidos sin contraprestación. Su hecho imponible está constituido por negocios, actos o hechos de naturaleza jurídica o económica que ponen de manifiesto la capacidad económica del sujeto pasivo como consecuencia de la riqueza que posee (patrimonio), de los ingresos que obtiene (renta) o de los consumos que realiza.
Se pueden realizar diversas clasificaciones de los impuestos, por ejemplo, se pueden clasificar en:
Directos: Son aquellos impuestos que gravan directamente la riqueza de las personas o empresas. Por ejemplo, impuesto sobre la renta, o sociedades, o impuesto al patrimonio, entre otros.
Indirectos: Son aquellos que se aplican a bienes y servicios y por tanto afectan de forma indirecta a la riqueza de las personas. El más conocido es el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
También podrían clasificarse en:
Personales: Hablamos de un tipo de tributo que tiene que tiene en cuenta las circunstancias personales. El más conocido es el Impuesto sobre la renta de las personas físicas o el de sociedades.
Reales: Son aquellos que no están relacionados con las circunstancias personales. En estos, lo importante es que la persona realiza un hecho que va a ser gravado con un tributo. Con independencia de condiciones familiares o de edad.
Y por último, entre:
Objetivos (no tienen en cuenta las circunstancias personales del contribuyente) y subjetivos (la tienen en cuenta).
Periódicos (se pagan más de una vez en el tiempo) y en instantáneos (se pagan una vez por unos hechos).
Contribuciones especiales: obtención de un beneficio
Otro tipo de tributos son las contribuciones especiales, cuyo hecho imponible consiste en la obtención por el sujeto pasivo de un beneficio, un aumento de valor de sus bienes por la realización de obras públicas, el establecimiento o ampliación de servicios públicos. Es decir, se trata de tributos (pagos a la administración) que se hacen porque se ha recibido una contraprestación, siendo ésta la mayor diferencia que hay con los impuestos. Ejemplo de ello podría ser una parada de metro que revalorice un terreno, el asfaltado de una calle o la construcción de una plaza ya que se trata de una actuación pública dirigida a satisfacer una necesidad colectiva. Asimismo, los ingresos recaudados han de dedicarse a sufragar los gastos de la obra o servicio que han hecho exigir la obra.
Y por último, las tasas. La Ley General Tributaria, en su artículo 2.2, letra a), define las tasas como "los tributos cuyo hecho imponible consiste en la utilización privativa o el aprovechamiento especial del dominio público, la prestación de servicios o la realización de actividades en régimen de derecho público que se refieran, afecten o beneficien de modo particular al obligado tributario, cuando los servicios o actividades no sean de solicitud o recepción voluntaria para los obligados tributarios o no se presten o realicen por el sector privado".
Existen varios tipos de tasas:
Las tasas estatales: Aplicadas por el Gobierno central por servicios que se prestan desde el Gobierno nacional.
Tasas autonómicas: Al igual que las estatales, tasas que aplica el Gobierno, pero en este caso de la comunidad autónoma o la región correspondiente.
Las tasas locales: De igual forma, hablamos de una tasa aplicada por los ayuntamientos.
Tasa administrativa: Aquella tasa que debe abonarse por el uso de un servicio público. Por ejemplo, por la expedición del DNI.
Algunos tipos de tasas serían, por ejemplo, el abastecimiento de agua, un vado permanente, o unas tasas judiciales. Cabe destacar en este punto que la tasa no es un impuesto, sino el pago que una persona realiza por la utilización de un servicio, por tanto, si el servicio no es utilizado, no existe la obligación de pagar.
El estudio de los tributos no resulta importante sólo para aquellos interesados en su salud financiera, sino que también sirve para comprender muchas de las decisiones que se toman desde el ente público, en el que la financiación depende de manera casi exclusiva de lo que recauda con estos tributos. Por otro lado, entender el tipo de tributo que se está pagando ayuda al ciudadano a entender por qué la administración lo está cobrando y cuánto deberá pagar por el mismo.
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